Puse mi cuello en tus manos y también un puñal, puse las balas que no supe disparar. De tan cobarde que hoy he sido supe palidecer hasta el semblante de este amor muerto al amanecer.
Sabré pagar el costo de este adiós.
Míranos el tiempo si que ha hecho estragos en "nuestro cuerpo" y todavía hay voluntad para salir de este desastre para sentir que esta vida ya no es un castigo.
Quise la gloria para quedar en tu memoria, quise la suerte inclinada hacia mi lado. Ya se, no es éxito
lo que llevo en los bolsillos y estas monedas se las debo al destino.
Sabré pagar el costo de este adiós.
Míranos el tiempo si que ha hecho estragos en "nuestro cuerpo" y todavía hay voluntad para seguir pidiendo aire, para sentir que de esta herida no somos culpables.

0 comentario(s):

Publicar un comentario

Escondidos en nuestros ombligos podemos mirar hacia afuera y reir.