Alcanzame, no vueles tan alto. Enseñame a caminar por mi ciudad, recordame ese cafe por las mañanas, disfrazame con tu traje de locura.
Inventame un mundo distinto, dibujame un corazon de papel, fabricame un barrilete para irme o abraazame con tus brazos a tu piel.
Quereme, quereme, quereme.

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Escondidos en nuestros ombligos podemos mirar hacia afuera y reir.