Estaba dejándome estar, oyendo el tiempo caer en los relojes de arena.
Mirando un instante partir y otro llegar, pensando en tu amor. Tu amor que viene y que va
siguiendo las estaciones, tu amor es causa y efecto de mis canciones.
La vida cabe en un click, en un abrir y cerrar, en cualquier copo de avena.
Se trata de distinguir lo que vale de lo que no vale la pena. Y a mí me vale con que me des poco más que nada. A mí me basta con una de tus miradas.
Pensando, estaba pensando por la ventana de aquel bar mirando a la gente afuera ir y venir y juraría que te vi aunque sé que estás a un año luz de mí.


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Escondidos en nuestros ombligos podemos mirar hacia afuera y reir.