Quien no lo sepa ya lo aprenderá de prisa: la vida no para, no espera, no avisa.
Tantos planes, tantos planes vueltos espuma tu, por ejemplo, tan a tiempo y tan inoportuna.
Eran más bien los días de arriar las velas. Toda señal a mi alrededor decía: cautela.
Cuánta estrategia incumplida aquella noche sin luna tu, por ejemplo, tan bienvenida y tan inoportuna
¿Quien sabe cuándo, cuándo es el momento de decir: ahora? Si todo alrededor te está gritando: ¡Sin demora, sin demora!

1 comentario(s):

Princesa. dijo...

Mercurio ♥

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Escondidos en nuestros ombligos podemos mirar hacia afuera y reir.